-Entonces, después de todo tu papá si tiene algo que ver con el gobierno. - Amy se veia bastante animada. Se recuperaba muy bien de la intervención quirúrgica del día anterior.
-¡No el gobierno! - Repuso Curtis exaltado. - El ejercito Amy. Tenias que verlo, parecían un grupo comando tomando muestras, levantando los cadáveres, interrogándonos. Yo... Bueno, yo no dije, ni hice nada, Raúl le contó todo a su papá y luego nos trajeron.
-¿Y la policía no hará nada? - Insistió Amy sentada en su cama.
-No. - Las respuestas de Raúl eran muy esquivas aunque Curtis no paraba de hablar del tema.
-Supongo que no pueden contradecir al ejercito, fue como de contrainteligencia o algo así. - Concluyó Curtis.
-¿Que explicación darán al respecto? - Preguntó Jerry. - Algo tendrán que decir por los destrozos en la casa Jhonson.
-¿Que destrozos? - Preguntó Raúl
-¡Limpiaron todo J! - Aclaró Curtis. - La sangre de la pared, del piso, el agujero de bala... ¡Hasta cambiaron el cristal!
-¿Y Larry? - La pregunta de Amy apagó los animos de todos. - ¿Travis? ¿Scott simplemente no pagará por eso?
-Scott esta preso por intento de secuestro e intento de asesinato de una persona además de la muerte de otras dos. - Explicó Raúl. - Eso y posesión y consumo de narcoticos.
-¡¿Le plantaron droga?! - Amy estaba escandalizada.
-No Amy. - Raúl fue claro y la inexpresividad de su cara no dejaba lugar a dudas. - Encontraron cocaína en la sangre de Scott y una bolsa con tres gramos en su auto.
-¡No el gobierno! - Repuso Curtis exaltado. - El ejercito Amy. Tenias que verlo, parecían un grupo comando tomando muestras, levantando los cadáveres, interrogándonos. Yo... Bueno, yo no dije, ni hice nada, Raúl le contó todo a su papá y luego nos trajeron.
-¿Y la policía no hará nada? - Insistió Amy sentada en su cama.
-No. - Las respuestas de Raúl eran muy esquivas aunque Curtis no paraba de hablar del tema.
-Supongo que no pueden contradecir al ejercito, fue como de contrainteligencia o algo así. - Concluyó Curtis.
-¿Que explicación darán al respecto? - Preguntó Jerry. - Algo tendrán que decir por los destrozos en la casa Jhonson.
-¿Que destrozos? - Preguntó Raúl
-¡Limpiaron todo J! - Aclaró Curtis. - La sangre de la pared, del piso, el agujero de bala... ¡Hasta cambiaron el cristal!
-¿Y Larry? - La pregunta de Amy apagó los animos de todos. - ¿Travis? ¿Scott simplemente no pagará por eso?
-Scott esta preso por intento de secuestro e intento de asesinato de una persona además de la muerte de otras dos. - Explicó Raúl. - Eso y posesión y consumo de narcoticos.
-¡¿Le plantaron droga?! - Amy estaba escandalizada.
-No Amy. - Raúl fue claro y la inexpresividad de su cara no dejaba lugar a dudas. - Encontraron cocaína en la sangre de Scott y una bolsa con tres gramos en su auto.
Aquella información hizo que reinara el silencio en la habitación. Por más que Scott actuara con tal irracionalidad, ningundo de ellos creería que consumía algun tipo de estupefacientes. Curtis que tampoco lo sabía se quedó sorprendido y se dejó caer en una silla junto a Jerry. Raúl permanecia de pie y con los brazos cruzados junto a la puerta. Sintieron que todo cuanto sucedía era la peor de las resacas que habían sufrido jamás, levantar el desastre tras una fiesta juvenil, nunca había sido tan doloroso para ninguno de ellos.
El médico que habia operado la pierna de Amy entró en ese momento con una amplia sonrisa, tras mirar a todos se dirigió a Jerry.
-¿Así que tu eres el falso novio que amenazó a Sibel? - Jerry se avergonzó. - Hay que ser muy valiente niño, esa mujer es de temer. - Rió. - Y tu eres mi hermosa y aguerrida paciente. - Se ubicó del lado izquierdo de la cama de Amy que sonrió ante el halago del médico. - Ya me contaron que te le escapaste al tipo y además que tus amigos son algo asi como tu equipo Swat personal. - Los chicos sonrieron orgullosos y halagados por el nuevo comentario. - ¿Como estás Amy?
-Bien Dr. Ansiosa a decir verdad. - Amy se acomodó en la cama subiendo un poco mas, impulsada por sus manos.
-Imagino que ya quieres irte a casa. - Con un gesto de comprensión le tocó el hombro. - Revisemos esas heridas y si todo marcha bien, podremos llenar el alta y estaras en casa esta misma noche. Por favor oficiales... - Señaló la puerta.
-Bien Dr. Ansiosa a decir verdad. - Amy se acomodó en la cama subiendo un poco mas, impulsada por sus manos.
-Imagino que ya quieres irte a casa. - Con un gesto de comprensión le tocó el hombro. - Revisemos esas heridas y si todo marcha bien, podremos llenar el alta y estaras en casa esta misma noche. Por favor oficiales... - Señaló la puerta.
Los chicos que habían entendido la broma se levantaron y salieron de la habitación con rapidez. Esperaron todos afuera durante los diez minutos que el cirujano tardó en examinar las heridas de Amy, al terminar les anunció en voz alta que podían entrar y así lo hicieron.
-Entonces, debes descansar y cuidar que no se abran de nuevo esas heridas. ¿Dónde están tus padres?
-Papá volvió a casa pero mamá esta en la administración por un papeleo del seguro, creo.
-Entonces iré por el alta y al volver hablaré con ella. - Dijo el Dr mientras caminaba hacia la puerta. - Hasta luego Amy. Oficiales. - Se despidió de los chicos junto a la puerta con un gesto de la cabeza.
-¿Como esta Steven? - Preguntó Amy luego de que el médico se hubo alejado lo suficiente.
-Con un ojo amoratado. - Comentó Curtis. - Creo que por los padres de la chica.
-Ruby. - Aclaró Amy. - Le debo mucho. ¿Ella como está?
-Aun no reacciona. - Respondió Jerry. - Steven se aseguró de que saliste de peligro y fue con ella. Los médicos dicen que se pondrá bien. Pero la herida le lastimó el pulmón y bueno...
-Entiendo. ¿Rebecca?
-Con Drew. - Informó Jerry - Ver el cuerpo de Larry y Travis la afectó más que a nadie.
-Era obvio. - Amy le imprimió a su voz un tono que hizo que los chicos se sintieran unos tontos. Se miraron los unos a otros y luego Jerry dió un paso en dirección a Amy.
-¿De que hablas? - Preguntó.
-Papá volvió a casa pero mamá esta en la administración por un papeleo del seguro, creo.
-Entonces iré por el alta y al volver hablaré con ella. - Dijo el Dr mientras caminaba hacia la puerta. - Hasta luego Amy. Oficiales. - Se despidió de los chicos junto a la puerta con un gesto de la cabeza.
-¿Como esta Steven? - Preguntó Amy luego de que el médico se hubo alejado lo suficiente.
-Con un ojo amoratado. - Comentó Curtis. - Creo que por los padres de la chica.
-Ruby. - Aclaró Amy. - Le debo mucho. ¿Ella como está?
-Aun no reacciona. - Respondió Jerry. - Steven se aseguró de que saliste de peligro y fue con ella. Los médicos dicen que se pondrá bien. Pero la herida le lastimó el pulmón y bueno...
-Entiendo. ¿Rebecca?
-Con Drew. - Informó Jerry - Ver el cuerpo de Larry y Travis la afectó más que a nadie.
-Era obvio. - Amy le imprimió a su voz un tono que hizo que los chicos se sintieran unos tontos. Se miraron los unos a otros y luego Jerry dió un paso en dirección a Amy.
-¿De que hablas? - Preguntó.
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Aquella tarde Jack miraba el horizonte aún con la intranquilidad que le inspiraba la incertidumbre. El pronóstico de los médicos era positivo, la operación habia sido más que un éxito. Extrajeron la bala, repararon la costilla que para suerte de todos no había sufrido mucho daño y lo más difícil fue detener la hemorragia y reparar la lesión en el pulmón, pero los mejores médicos disponibles habían estado en la operación y todo salió bien.
La nieve cubriéndolo todo le recordó a Jack el frio que debía hacer afuera en la calle. Volteó a su izquierda y miró a Steven sentado observando a Ruby, que permanecía dormida con una mascarilla a través de la cual le administraban oxígeno. No recordó haber visto dormir al muchacho en ningún momento, lo cual mostraba preocupación, quizás más de la debida para un par de muchachos que acaban de conocerce. Recordó el momento al llegar al hospital cuando ese otro chico intentó acercarse a él y Steven se interpuso, encanrándolo para explicarle la situación.
"-Mejor largate antes de que te asesine muchacho. Ya hiciste suficiente para una noche. - Gruño Jack entre dientes en aquel momento a la entrada del hospital.
-Lo siento Sr pero mi amiga y Ruby estan aquí, no me iré hasta saber que ambas estan bien. - La determinación de Steven desesperó a Jack.
-Encárgate de tu amiga. Deja en paz a mi hija. - Replicó acercándose a su rostro
-No hasta saber que esta bien. Lo siento.
-¡Largate! - Gritó Jack en medio del pasillo. Steven guardó silencio, lo que le hizo considerar que había accedido, se dió vuelta.
-No. - La contundencia en la respuesta de Steven obligó a Jack a girar sobre si mismo con agresividad.
-Lo siento Sr pero mi amiga y Ruby estan aquí, no me iré hasta saber que ambas estan bien. - La determinación de Steven desesperó a Jack.
-Encárgate de tu amiga. Deja en paz a mi hija. - Replicó acercándose a su rostro
-No hasta saber que esta bien. Lo siento.
-¡Largate! - Gritó Jack en medio del pasillo. Steven guardó silencio, lo que le hizo considerar que había accedido, se dió vuelta.
-No. - La contundencia en la respuesta de Steven obligó a Jack a girar sobre si mismo con agresividad.
Jack tenía toda la intención de levantar al delgado muchacho del piso y hacerle entender a los gritos que no era necesaria su presencia en aquel lugar, pero la brutalidad y salvajismo del golpe que Jennifer le propinó en el rostro a Steven debió tener el mismo efecto y probablemente fuese más explícito. Steven se levantó pesadamente del suelo, miró a Jennifer a los ojos y repitio: "Lo siento. No."
Jennifer aún no admitía que el responsable de la agonía que sufría su hija estuviese allí en la misma sala con ellos, sin embargo, Jack no había puesto más objeciones; para él, ese joven se sentía más culpable de lo que probablemente debería, y aunque también le consideraba responsable, dejaría que fuese su hija quien decidiera su permanencia. Al menos con eso convenció a Jennifer, que no había abierto la boca más que para responder negativamente cuando Jack le ofrecía algo de comer.
Ruby arrugó la expresión en un gesto de dolor, Steven no tardó mas de unos segundos en saltar hacia la cama, Jennifer que tenía la frente pegada al dorso de la mano de su hija desde hacía bastante rato detectó el movimiento y la levantó, primero para ver a Steven y luego a Ruby.
-Ruby... - La voz de Steven sonó mas gruesa de lo usual.
Jack le escuchó y con solo un paso se acercó a la cama y toco los pies de su hija. Jennifer colocó una mano en el hombro de la muchacha mientras que con la otra, aún sostenia su mano. Ruby abrió los ojos lentamente, pasó de uno a otro reconociendo a los presentes, primero Jennifer, luego Jack y por último Steven.
-Yo... - Dijo sin desviar la mirada de Steven justo antes de que se dibujara una mueca de dolor en su rostro.
-No hables... - Le interrumpió este. - Tienes una costilla rota. Iré por un doctor.
-Mejor vete de una vez. - Insistio Jennifer.
-Ma'...
-Te dije que ella decidiría y creo que ya lo hizo. - Dijo Jack cuando Steven salía de la habitación. - Todo estará bien hija. Es un buen muchacho. - Sonrió.
-No hables... - Le interrumpió este. - Tienes una costilla rota. Iré por un doctor.
-Mejor vete de una vez. - Insistio Jennifer.
-Ma'...
-Te dije que ella decidiría y creo que ya lo hizo. - Dijo Jack cuando Steven salía de la habitación. - Todo estará bien hija. Es un buen muchacho. - Sonrió.
Ruby le devolvió la sonrisa justo antes de que Steven entrara de nuevo en la habitación, detras de él, la Dra Sibel entró con paso tranquilo, sonrió a los padres de la muchacha y se acercó a Ruby por su lado izquierdo, el opuesto a Jennifer. Inspeccionó sus signos vitales y luego preguntó.
-¿Como te sientes Ruby? - Ruby asintió para expresar bienestar mientras la doctora descubría la herida un poco mas abajo del hombro para examinarla. - Eso es bueno, tienes una costilla fracturada, y aunque hicimos nuestro mejor esfuerzo dolerá por un par de días. Tu pulmón sigue adaptándose también. Por lo que tendrás que quedarte en el hospital un día mas.
-¿Significa que se va a poner bien? ¿Cuando podremos ir a casa? - Preguntaba Jennifer ansiosa.
-En un par de días tendrá el alta. Todo se ve bien así que si, mejorará rapido, es una mujer fuerte.
-Lo heredó de su madre. - Agregó Jack. - Al muchacho le consta.
-¿Significa que se va a poner bien? ¿Cuando podremos ir a casa? - Preguntaba Jennifer ansiosa.
-En un par de días tendrá el alta. Todo se ve bien así que si, mejorará rapido, es una mujer fuerte.
-Lo heredó de su madre. - Agregó Jack. - Al muchacho le consta.
Jennifer sonrió por primera vez desde su llegada al hospital, igual Steven que se limitó a bajar la mirada y la Dra miró al joven.
-¿Seguro no quieres que te examine ese ojo? - Preguntó la médico.
-No, estoy bien.
-Lo siento. - Se disculpó Jennifer.
-No se preocupe. La entiendo. - Respondió Steven.
-Creo que entonces todo está bien por acá. - La Dra movió el cuello de un lado a otro con gesto de cansancio mientras caminaba hacia la salida. - Come algo y descansa Ruby, vendré luego.
-Gracias Doc. - Dijo Jack.
-No, estoy bien.
-Lo siento. - Se disculpó Jennifer.
-No se preocupe. La entiendo. - Respondió Steven.
-Creo que entonces todo está bien por acá. - La Dra movió el cuello de un lado a otro con gesto de cansancio mientras caminaba hacia la salida. - Come algo y descansa Ruby, vendré luego.
-Gracias Doc. - Dijo Jack.
A Steven le pareció ver sonreír a la médico mientras salía de la habitación, abandonó el espacio que ocupaba para que Jack pudiera estar de pie junto a su hija.
-Creo que es hora de que me vaya. - Señaló Steven. - Volveré para... - No encontraba una buena excusa para volver.
-Te esperaremos. - Jennifer le ahorro el trabajo. Su ira parecía haber menguado.
-Ste... - La voz de Ruby sonaba gruesa y ahogada por la mascarilla.
-Hablaremos luego Ruby, descansa. - Se apresuró a decir antes. - No te sobre esfuerces.
-El muchacho. - Insistió Ruby entre una mueca de dolor.
-Scott esta preso. Asesinato doble, intento de asesinato y secuestro. Pasará un largo rato en...
-No saldrá querrás decir. - Jack habló aun sonriendo a su hija y tomando su mano, sonaba bastante seguro respecto a eso, y a Steven no le cabía la menor duda de que así sería.
-No, no saldrá. - Concordó con Jack. Sin embargo Ruby negó con la cabeza. - ¿Hablas de Larry? - Esta vez Ruby asintió. - Cuando puedas caminar iremos al cementerio. - Ruby abrió la boca y Steven la interrumpió. - Ya habrá tiempo de hablar de todo esto Ruby. Por favor, descansa. Vendré luego.
-Te esperaremos. - Jennifer le ahorro el trabajo. Su ira parecía haber menguado.
-Ste... - La voz de Ruby sonaba gruesa y ahogada por la mascarilla.
-Hablaremos luego Ruby, descansa. - Se apresuró a decir antes. - No te sobre esfuerces.
-El muchacho. - Insistió Ruby entre una mueca de dolor.
-Scott esta preso. Asesinato doble, intento de asesinato y secuestro. Pasará un largo rato en...
-No saldrá querrás decir. - Jack habló aun sonriendo a su hija y tomando su mano, sonaba bastante seguro respecto a eso, y a Steven no le cabía la menor duda de que así sería.
-No, no saldrá. - Concordó con Jack. Sin embargo Ruby negó con la cabeza. - ¿Hablas de Larry? - Esta vez Ruby asintió. - Cuando puedas caminar iremos al cementerio. - Ruby abrió la boca y Steven la interrumpió. - Ya habrá tiempo de hablar de todo esto Ruby. Por favor, descansa. Vendré luego.
Steven sonrió a la familia una última vez antes de darse la vuelta y salir de la habitación. Caminó por los pasillos del hospital sintiendo el cansancio haciéndose notar en cada fibra de su piel. Subió al cuarto piso por las escaleras y entró en una habitación cerca de estas. Miriam le saludó con gran alegría.
-¡Steve! Gracias, gracias, gracias por lo que hiciste por mi hija. - El abrazo de Miriam fue por mucho el más efusivo que había recibido jamás por su parte.
-No, debo disculparme Sra Miriam. Gracias a mi...
-Gracias a ti sigo viva. - Repuso Amy sentada al borde de la cama, mientras Miriam se separaba de Steven y se daba vuelta para ayudarla a levantarse. - Si no fuese por ti y por los demás, quien sabe que hubiese sido de mi.
-Tienes una pierna rota y un balazo en el abdomen. - Steven habló con seriedad.
-Gracias mamá. - Amy ya se encontraba de pie, lista para salir del hospital. - Si pudiese correría hasta ti, pero como no puedo, tendrás que venir hasta mi.
-Amy yo... - Steven se acercó con paso vacilante.
-No, debo disculparme Sra Miriam. Gracias a mi...
-Gracias a ti sigo viva. - Repuso Amy sentada al borde de la cama, mientras Miriam se separaba de Steven y se daba vuelta para ayudarla a levantarse. - Si no fuese por ti y por los demás, quien sabe que hubiese sido de mi.
-Tienes una pierna rota y un balazo en el abdomen. - Steven habló con seriedad.
-Gracias mamá. - Amy ya se encontraba de pie, lista para salir del hospital. - Si pudiese correría hasta ti, pero como no puedo, tendrás que venir hasta mi.
-Amy yo... - Steven se acercó con paso vacilante.
La fuerza con que Amy abrazó a su amigo fue tal que a Steven le faltó el aire por un segundo, sin embargo la estrechó en sus brazos y hundió el rostro en su cuello respirando solo el aroma de su cabello rubio.
-Lo siento. - Susurró Steven
-Gracias. - respondió Amy.
-Gracias. - respondió Amy.
Tras un largo rato en el que Miriam decidió ocuparse en guardar en el bolso todo lo necesario, Steven y Amy permanecieron simplemente abrazados en silencio.
-Ahora necesito un favor. - Dijo Amy separándose pero apoyándose en él para mantener el equilibrio debido a que solo contaba con su pierna derecha. Steven le alcanzó las muletas. - Necesito que vayas hasta el séptimo piso y busques al Dr. Harper.
-¿Estas segura que puedes caminar con esta cosa? - Preguntó Steven entregándole las muletas.
-Por eso exactamente necesito al Dr. - Mintió. - Hablamos otro rato o...
-¿Estas segura que puedes caminar con esta cosa? - Preguntó Steven entregándole las muletas.
-Por eso exactamente necesito al Dr. - Mintió. - Hablamos otro rato o...
Steven no necesitó más para dar la vuelta y emprender su marcha hasta el séptimo nivel. Habiendo salido Steven de la habitación, Amy se liberó de las muletas casi al momento.
-Alcánzame esa silla de ruedas mamá por favor.
-¿Para que necesitas al Dr.? - Indagó Miriam mientras desplazaba la silla hacía Amy.
-No lo necesito. ¡Dios como odio esto! - Se sentó con esfuerzo. - Y Steven no tardará en darse cuenta, así que vamos, ayúdame que tenemos que ir a un lugar.
-¿Para que necesitas al Dr.? - Indagó Miriam mientras desplazaba la silla hacía Amy.
-No lo necesito. ¡Dios como odio esto! - Se sentó con esfuerzo. - Y Steven no tardará en darse cuenta, así que vamos, ayúdame que tenemos que ir a un lugar.
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La enfermera habia cambiado la mascarilla de Ruby por un dispositivo más pequeño, un tubo delgado que se coloca solo en las fosas nasales, lo cual para comodidad de Ruby no molestaba en lo absoluto. Jennifer se veía complacida con la recuperación de su hija y Jack ofrecía cientos de cosas para que comiese aún cuando la dieta del hospital al parecer era restringida. Ruby se sentía más que cómoda por haber podido al menos sentarse en la cama.
Jennifer habia encendido el televisor de la habitación y sentada junto a la cama de Ruby comía una ensalada que Jack amablemente compró en la cafetería del hospital. El mismo Jack, se habia quedado dormido en un sillon del otro lado de la habitación, donde a fuerzas entraba su cuerpo y sus piernas colgaban fuera del mismo.
-Mama... Mama... Espera. - Ruby volteó hacia la puerta. Una silla de ruedas asomaba por ella, debía ser esa persona quien habló. - Gracias. Con cuidado.
-Eehh, ¿Hola? - Jennifer se levantó dejando la ensalada sobre la mesa junto a la cama y se acercaba a la pareja que entraba en la sala. - ¿Puedo ayudarlas?
-Hola, si. Mi nombre es Amy, ella es mi madre, y quería agradecer a Ruby. - Los ojos esmeralda de Amy se encontraron con la intensa mirada de Ruby que a pesar de estar convaleciente, mantenía su fuerza. Le dedicó una sonrisa sincera que esta le devolvió. - Hola.
-Eehh, ¿Hola? - Jennifer se levantó dejando la ensalada sobre la mesa junto a la cama y se acercaba a la pareja que entraba en la sala. - ¿Puedo ayudarlas?
-Hola, si. Mi nombre es Amy, ella es mi madre, y quería agradecer a Ruby. - Los ojos esmeralda de Amy se encontraron con la intensa mirada de Ruby que a pesar de estar convaleciente, mantenía su fuerza. Le dedicó una sonrisa sincera que esta le devolvió. - Hola.
Amy empujó las ruedas de su silla dejando a su madre en la puerta de pie junto a Jennifer, estas se saludaban y presentaban mientras la rubia se acercaba a la cama de hospital.
-Soy Amy. Me contaron todo lo que hiciste anoche. - Extendió su mano hacia la cama de Ruby. - Tenía que agradecerte.
-De nada Amy. - Dijo Ruby reprimiendo un gesto de dolor. - Es un placer conocerte al fin ¿Tu pierna...?
-Estaba rota pero hicieron un buen trabajo con ella. También me dispararon, pero ya estoy bien. - Amy colocó su mano sobre la herida en su abdomen. Estudió a Ruby con detenimiento. - Te vas a poner bien, ¿No?
-Si, los doctores dicen que podre irme en un par de dias. - Ruby hablaba pausadamente, se notaba que por momentos le costaba respirar. - Lastima presentarnos en estas condiciones.
-Estaré esperandote a la salida. - Amy sonrió mas ampliamente. Ruby tomó su mano, que aún seguía sobre la cama.
-De nada Amy. - Dijo Ruby reprimiendo un gesto de dolor. - Es un placer conocerte al fin ¿Tu pierna...?
-Estaba rota pero hicieron un buen trabajo con ella. También me dispararon, pero ya estoy bien. - Amy colocó su mano sobre la herida en su abdomen. Estudió a Ruby con detenimiento. - Te vas a poner bien, ¿No?
-Si, los doctores dicen que podre irme en un par de dias. - Ruby hablaba pausadamente, se notaba que por momentos le costaba respirar. - Lastima presentarnos en estas condiciones.
-Estaré esperandote a la salida. - Amy sonrió mas ampliamente. Ruby tomó su mano, que aún seguía sobre la cama.
Amy acarició el dorso de la mano de Ruby y esta hizo lo mismo con la rubia. Se observaron fijamente, sintiendo respeto mutuamente, por su carácter y valentía, reconociendose la una a la otra y pensando en Steven, quien no tardó mucho en aparecer en la puerta de la habitación. Ruby fue la primera en notarlo ya que el resto estaba de espaldas, Amy siguió su mirada y ambas sonrieron sin soltar sus manos.
A Steven aquella escena le pareció sobrecogedora, las dos mujeres por las que más sentía aprecio en aquel momento estaban allí, sonriéndole, tomadas de las manos, hermosas a pesar de todo por lo que habían tenido que pasar. Si tuviese que elegir a alguna de las dos, no encontraría manera posible de inclinar la balanza a favor de ninguna.
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Jerry bajó de su Avalanche vistiendo un traje negro, la capilla velatoria le oscureció también el semblante. Si alguna vez había pensado en estar allí, no era por uno de sus amigos más cercanos. Rebecca le esperaba junto a la entrada, un traje negro sin pliegues y de cuello alto pero sin mangas delineaba la figura de aquella mujer morena que pronto se convertiría en su esposa. Caminó hasta ella y la saludo con un beso en los labios.
-Los padre de... - No pudo terminar la frase, el nudo en el estómago se lo impidió.
-Ya estan adentro. - Respondió ella entendiendo lo que quería preguntar. - ¿Quieres entrar?
-Esperemos solo un momento. - Desde un lado de la puerta de entrada observó la gran cantidad de gente que llenaba el amplio salón.
-Drew... - Rebecca hizo una pausa. - Deberías dejar que te vea. Tus padres aún no llegan.
-Ya estan adentro. - Respondió ella entendiendo lo que quería preguntar. - ¿Quieres entrar?
-Esperemos solo un momento. - Desde un lado de la puerta de entrada observó la gran cantidad de gente que llenaba el amplio salón.
-Drew... - Rebecca hizo una pausa. - Deberías dejar que te vea. Tus padres aún no llegan.
Jerry asintió a la petición de Rebecca. Respiró profundo y se acercó hasta la puerta.
En el fondo de la sala se hallaba un ataúd color cafe con detalles dorados con el cuerpo de quien hasta la madrugada del dia anterior, fuese su mejor amigo. Cientos de arreglos florales de vivos colores bordeaban el féretro, cuatro pedestales de bronce y plata con grandes velas colocados con precisión delimitaban el espacio del ataúd, sobre esté, una mujer pelirroja ya entrada en años se desvanecía en llanto diciendo al cuerpo inerte lo hermoso que era y que había sido el mejor hijo que una madre podría haber deseado. Era Jane, la madre de Larry, junto a ella un hombre de porte elegante, cabello cano y aspecto fuerte, sostenia el brazo de la dama, su rostro estaba igual de humedecido por el llanto que el de la mujer. Louis, esposo de Jane.
Jerry no se sintió capaz de interrumpir aquel momento para acercarse a ellos. Sin poder contener las emociones que amenazaban desquebrajar su fortaleza física dejó escapar una lagrima que recorrió su mejilla. Desvió la mirada recorriendo el abarrotado recinto en busca de su hermana. Sus ojos tropezaron con varios conocidos, entre ellos Charlie, el mayordomo de la familia, quien parecia en estado de shock sentado en una silla, muy recto y con expresión ausente. Siguió observando y encontró a Drew sentada de espaldas a él a un par de metros de la urna, tomando las manos de una de sus amigas que Jerry reconoció pero no pudo recordar el nombre.
La chica notó la presencia de Jerry y se lo comunicó a Drew que al intante volteó a comprobarlo, se levantó y corrió hacia su hermano con las manos tapando su boca tratando de controlar el llanto. El vestido de Drew era ajustado en el torso y de mangas largas, con franjas horizontales blancas y negras, pero desde la cintura se extendía una larga falda totalmente negra hasta las rodillas que batía de un lado a otro mientras corría en dirección a Jerry. Se dejó caer en sus brazos y no contuvo el llanto por más tiempo.
Para Jerry fué uno de los momentos mas difíciles, le costó trabajo mantenerse firme para darle apoyo a su hermana, pues él mismo deseaba poder sentirse libre de llorar la muerte de su amigo.
-Jerry... Yo... - El llanto no permitía que Drew se expresara.
-Lo sé. - Dijo Jerry con calma y tono de comprensión cuando entendió lo que ella quería decir. - No habrías encontrado mejor novio que Larry, Drew. Nunca.
-Lo sé. - Dijo Jerry con calma y tono de comprensión cuando entendió lo que ella quería decir. - No habrías encontrado mejor novio que Larry, Drew. Nunca.
Estas palabras hicieron que Drew rompiera en llanto aún más que antes. Jerry le abrazó con fuerza y se quedaron así por largo rato.
Continuará...
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